De Río a Europa: Cambiando las Narrativas sobre la Salud Menstrual

Desafiando el Silencio sobre la Menstruación

La menstruación, un fenómeno tan natural, con frecuencia se relega al silencio en los diálogos públicos. Pero es esencial discutirlo para erradicar falsas creencias y enfrentar desigualdades inherentes.
En los Juegos Olímpicos de Río, la renombrada nadadora china, Fu Yuanhui, citó su período menstrual como una razón para no rendir al máximo en el relevo 4x100 metros. Su franqueza generó sorpresa y debate en línea. Es raro que una figura pública aborde tan abiertamente las incomodidades ligadas a la menstruación. A pesar de ser una experiencia para casi la mitad del mundo, rara vez se toca en diálogos íntimos y menos aún en plataformas masivas. Hay quienes creen que ya es hora de desafiar este mutismo que refleja inequidades.

El Papel de los Activistas y las Desigualdades Prácticas

En un caso notable, Rupi Kaur, artista indo-canadiense, se enfrentó a Instagram por eliminar imágenes donde se veía una mancha de sangre menstrual en su ropa. Resaltó la paradoja de una cultura que se siente a gusto viendo a mujeres en atuendos reveladores pero se altera ante una señal natural del organismo femenino. En un gesto similar, Kiran Gandhi, músico y activista británica, decidió correr el Maratón de Londres sin usar productos higiénicos durante su período, para resaltar los retos que enfrentan muchas féminas globalmente al no tener acceso a recursos higiénicos esenciales.
El estigma menstrual no solo es cultural, también tiene vertientes prácticas, como el costo asociado a productos de higiene. Se cree que, durante su vida, una mujer podría usar miles de tampones y compresas, lo que implica una considerable inversión. En diversos territorios, se ha cuestionado la tasa impositiva de estos productos, considerados esenciales. Además, hay dudas sobre su seguridad, ya que a menudo contienen químicos cuyos impactos a largo plazo son ambiguos. Se ha instado a más claridad respecto a sus ingredientes, aunque no hay consenso a nivel general. Es digno de nota que el sector menstrual muestra cierta estancación en innovación. La copa menstrual, por ejemplo, se diseñó en los años 30. Aunque presenta beneficios como durabilidad y sostenibilidad, su auge es reciente.

Movimientos en Europa y el Futuro de la Tributación Menstrual

Curiosamente, mientras el diálogo sobre menstruación crece, en naciones avanzadas, algunas mujeres pueden optar por suprimir su período mediante anticonceptivos hormonales continuos. Si bien esta opción brinda alivio a algunas, es vital que las mujeres decidan libremente, sin sentirse presionadas por criterios socioculturales.
En Europa, ha emergido un movimiento contra la "tasa tampon". Originado en Gran Bretaña en 2014, este movimiento, apoyado por unos 300,000 ciudadanos, buscaba eliminar el IVA en productos femeninos, ya que menstruar no es opcional. Respondiendo a esta demanda, el gobierno británico optó por suprimir tal tasa. Francia también reconsideró, reduciendo el IVA del 20% al 5,5%. Canadá, por otro lado, optó por quitar el impuesto completamente. Es notable que Kenia había implementado medidas semejantes en 2004. Suiza, sin embargo, se ha mantenido menos agitada en este debate. A pesar de propuestas para reducir el IVA en productos esenciales de higiene, la iniciativa no prosperó. La preocupación principal era que pudiera abrir la puerta a otras excepciones fiscales. Sin embargo, con el cambio de postura en otros países europeos, es probable que Suiza reevalúe su posición en un futuro cercano.

El Camino Hacia la Equidad Menstrual

Sin duda, el tema de la menstruación y su percepción en la sociedad ha evolucionado, pero aún enfrentamos retos. Es imperativo que se siga promoviendo un diálogo abierto y se continúen cuestionando las normas y prácticas culturales y económicas que perpetúan estigmas y desigualdades. Los movimientos y acciones recientes en Europa y otros lugares del mundo demuestran que es posible generar cambios significativos. El desafío para las próximas generaciones será asegurar que estos avances no se limiten a una región o cultura, sino que se adopten de manera global, garantizando a todas las mujeres el respeto, comprensión y apoyo que merecen en relación con su salud menstrual.

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