Disruptores Endocrinos: Enemigos del Sistema Hormonal
Nos bombardean constantemente con noticias sobre estos enemigos invisibles. Presentes en el aire, en nuestra comida, en nuestras cremas de belleza e incluso en ciertas protecciones periódicas, los disruptores endocrinos alteran nuestras glándulas endocrinas y nuestras hormonas. Pero, ¿cuáles son los riesgos reales? ¿Y cómo podemos evitarlos lo más posible?
¿Qué Son los Disruptores Endocrinos?
La OMS los define como: “una sustancia exógena o mezcla que altera las funciones del sistema endocrino y, por ende, induce efectos adversos en la salud de un organismo intacto, sus descendientes o a nivel de poblaciones (sub)”. En términos simples, se trata de agentes químicos que interfieren con el sistema hormonal de humanos o animales.
Nuestros cuerpos secretan hormonas a través de las glándulas endocrinas, las cuales envían mensajes a nuestros órganos a través del torrente sanguíneo, influenciando su comportamiento. Regulan nuestra temperatura corporal, hambre y saciedad, libido, sueño, ritmo cardíaco, metabolismo de grasas, nivel de insulina y juegan un papel fundamental durante la pubertad.
Los disruptores endocrinos se adhieren a los receptores de nuestros órganos en lugar de nuestras hormonas, “imitándolas” y causando comportamientos inapropiados.
¿Dónde Se Ocultan?
Disruptores Endocrinos Voluntarios
- En Nuestras Farmacias: Podemos decidir engañar nuestro sistema hormonal tomando anticonceptivos o tratamientos para la infertilidad. También los esteroides anabólicos, aunque peligrosos, para aumentar la masa muscular.
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Otros Disruptores Endocrinos
- En el Agua: Las hormonas sintéticas de las píldoras anticonceptivas o ciertos antidepresivos y antibióticos pueden encontrarse en nuestras aguas residuales y persisten durante años en el medio ambiente.
- En el Aire: Las partículas finas liberadas por fábricas y autos, agentes en pinturas, pegamentos, barnices y hasta en alfombras y colchones.
- En los Alimentos: Los cultivos intensivos y pesticidas contaminan frutas, verduras, ciertos pescados que ingieren plásticos, carnes alimentadas con antibióticos, leche y huevos.
- En Productos Cosméticos: El 40% de nuestros productos de higiene y belleza contienen al menos un disruptor endocrino, como champús, desodorantes, pastas dentales, cremas, entre otros.
- En Envases y Utensilios de Cocina: Sartenes dañadas con Teflón, biberones plásticos con bisfenol A, latas de refrescos de aluminio.
- En Protecciones Higiénicas: Aunque prohibidos en Europa, algunos tampones y toallas sanitarias contienen lindano, quintozene, glifosato y hidrocarburos.
¿Cuáles Son las Consecuencias?
Sin alarmarnos demasiado, debemos saber que la exposición constante a ciertos disruptores endocrinos puede aumentar el riesgo de cáncer. En bebés y niños, puede afectar su crecimiento. En mujeres, puede alterar el ciclo menstrual y causar quistes ováricos. En hombres, afecta la calidad del esperma. Las mujeres embarazadas y sus fetos son especialmente vulnerables.
¿Cómo Luchar Contra los Disruptores Endocrinos?
Podemos limitar nuestra exposición a los disruptores endocrinos de varias maneras:
- Optando por una dieta orgánica.
- Informándonos sobre la calidad del agua en nuestra comunidad y filtrándola si es necesario.
- Escogiendo cosméticos orgánicos y vigilando la composición de otros productos.
- Limpiando nuestro hogar con productos naturales como vinagre blanco, jabón negro, bicarbonato de sodio.
- Adoptando protecciones periódicas seguras, como los panties menstruales.
Conclusión
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