Nueve datos curiosos sobre la menstruación

Más ciclos que en tiempos antiguos

Hoy, las mujeres experimentan la menstruación desde una edad más temprana, alrededor de los 12 años, y viven más. Además, con menos hijos en comparación con antaño, acumulan alrededor de 400 ciclos menstruales, frente a los 100 que se registraban durante la Edad Media. En aquellos días, las mujeres comúnmente estaban embarazadas, lactando o, lamentablemente, ya no estaban entre nosotros.

Una pequeña copa de vino tinto

El volumen de sangre que se pierde en cada menstruación es equivalente a medio vaso. Esta cantidad es mucho menor que la propuesta por Hipócrates, quien sugería que las mujeres perdían una cantidad de sangre considerable, dando una imagen de abundante sangrado. Esta percepción fue retomada y amplificada por la industria de productos menstruales, según comenta la autora en conversaciones.

Persistencia de enigmas antiguos

La menstruación, y el flujo que proviene de ella, ha sido un enigma para muchas culturas a lo largo de la historia. Aunque este misterio se ha despejado en gran medida, surge una interrogante: ¿por qué se presenta con una regularidad mensual? No tiene relación con los ciclos lunares, como se podría pensar.

Rituales y menstruación

En diversas culturas, la llegada de la primera menstruación, conocida como "menarquía", ha sido motivo de celebración y rituales: un festín en Japón, un golpe en la cara en Bielorrusia o la frente pintada con sangre en Serbia. Por otro lado, no hay constancia de que exista una celebración similar para la primera eyaculación masculina.

Sangrado masculino en la historia

Sorprendentemente, ha habido culturas donde se practicaban rituales para inducir sangrado en el pene. Ya sea como símbolo de purificación o como rito de virilidad, se hacían pequeñas incisiones en la extremidad del órgano masculino. Un investigador australiano llamó a Nueva Guinea "la isla de los hombres con menstruación" debido a estas prácticas.

Prototipos de tampones en la antigüedad

La innovación en higiene femenina no es un concepto reciente. Se encontraron pruebas de que las mujeres del antiguo Egipto ya utilizaban bastones cubiertos de algodón, similares a los tampones modernos. Es curioso pensar que pasaron siglos antes de que estos productos llegaran a Europa en el siglo XX.

Tampones cuestionados por sus componentes

De manera insólita, ya que los tampones y toallas se etiquetan como "herramientas médicas", no hay obligación para las empresas de revelar todos sus ingredientes. A pesar de ello, es conocido que contienen sustancias como polietileno y polipropileno, derivados del petróleo, que interactúan directamente con las membranas mucosas.

Optando por la naturaleza: ¡Sin barreras!

Quizás no lo sepas, pero existe una corriente, aún pequeña (con unos 3,000 seguidores en redes), denominada "flujo natural intuitivo". En este enfoque, algunas mujeres, muchas de ellas defensoras del medio ambiente, eligen no usar productos menstruales, confiando en su capacidad para gestionar su flujo. Se trata de una reconexión y empoderamiento con el propio cuerpo. Históricamente, ha habido esfuerzos por controlar el cuerpo femenino. Cualquier esfuerzo contrario a esta norma puede ser visto con escepticismo.

El potencial de las células madre en la menstruación

¿Quién lo hubiera pensado? Si te detienes a analizarlo, tiene sentido. El útero está preparado para recibir un embrión, por lo que encontrar células madre en él no es un hallazgo sorprendente. A pesar de que la ciencia aún está explorando esta área, las perspectivas son intrigantes. ¿Podría ser este el comienzo de una nueva apreciación de la menstruación? ¡Es una posibilidad!

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